9.8.08

La Plaza, haciendo amigos

Si hace algunas semanas comentábamos que la publicación de La Plaza estaba generando bastante expectación porque muchos temían que los cambios, tan reclamados, acabaran significando más sectarismo. Pues sólo hace falta ver el último número para entender que los peores temores han quedado confirmados. Entre foto y foto del alcalde, un titular que podría entrar en cualquier manual de manipulación informativa:





Llama aún más la atención la coincidencia con la web de Rafael Gómez, que curiosamente ve las cosas de forma muy similar:




Eso es lo que se llama objetividad informativa por parte de los medios de comunicación de titularidad pública...


ULEG y PP ya han mostrado sus quejas formales. Lo explica Jesús Gómez en su blog:

"Ambos Grupos, ULEG y PP, hemos enviado al alcalde una reclamación para que el próximo número de "La Plaza" rectifique esa injustificable intoxicación. No nos harán ni caso, por supuesto. Y seguirá utilizando el dinero de todos los vecinos de Leganés para intoxicar, difamar y, sobre todo, pagar puntualmente los sueldos de sus asesores de Comunicación, con el dibujante de comics Manuel Hidalgo a la cabeza, ese que cobra 65.000 euros al año sin formación ni capacidad, pero que, desde luego, cumple las órdenes de sus jefes a rajatabla, aunque para eso haya que mentir a todos los ciudadanos y manipular la realidad de Leganés. "

6.8.08

La guerra mediática del PSOE

La guerra interna que desde hace meses se libra en el seno del PSOE de Leganés ha saltado definitivamente a la arena mediática. Oliva, azote del alcalde Gómez Montoya -para muchos hace más labor de oposición que Jesús Gómez-, ha comenzado su propia campaña de imagen pública apostando precisamente por uno de los medios que más críticos se muestran con la gestión municipal: El Buzón. Sin duda, un palo para el alcalde, que ve cómo su propio partido (¿o no?) financia a través de la publicidad a aquellos que más le atacan.
No acaba ahí la cosa. El eslogan elegido por Laura Oliva en su presentación pública no puede ser más expresivo: la fuerza del cambio... ¿o el cambio a la fuerza?